I. Cajas de cartón para pasteles
Las cajas de cartón para pasteles son el tipo más común. Su grosor y calidad varían; generalmente se fabrican con cartulina o cartón, pudiendo soportar pasteles de cierto peso, además de ser fáciles de moldear y procesar. Asimismo, las cajas de cartón para pasteles ofrecen una amplia gama de colores, buenos resultados de impresión y un precio relativamente bajo, lo que las hace adecuadas para el empaquetado y venta de pasteles medianos y pequeños.

II. Cajas de plástico para pasteles

Las cajas de plástico para pasteles son transparentes, resistentes a golpes, impermeables, permitiendo mostrar el aspecto y la decoración del pastel, manteniendo su estética. Además, las cajas de plástico para pasteles tienen un buen sellado, previniendo la contaminación del pastel durante el transporte o almacenamiento. Sin embargo, las cajas de plástico para pasteles tienen un impacto ambiental significativo, no son biodegradables y son más caras.

III. Cajas de metal para pasteles

Las cajas de metal para pasteles son muy duraderas y resistentes, pudiendo usarse como cajas de colección para pasteles, prolongando su conservación. Además, las cajas de metal para pasteles tienen un buen sellado, manteniendo la frescura del pastel. Sin embargo, las cajas de metal para pasteles son bastante caras, no aptas para uso masivo, siendo ideales para el empaquetado y venta de pasteles de alta gama.

En resumen, los diferentes materiales de las cajas para pasteles tienen sus propias ventajas y desventajas. Al elegir, es necesario considerar las necesidades reales y el entorno de uso para lograr los mejores resultados.